martes, 19 de mayo de 2009

Peregrinaje a Montserrat

Ya hace años que lo tenía como algo pendiente, siempre pensé en animarme a hacer esa caminata, ruta Rubí-Monasterio de Montserrat, 36 km, casi todo por pistas, campo a través, algún pequeño tramo de carretera y al llegar al teleférico, subir por las rocas hasta el Monasterio.
Me habían contado lo duro que es, sobre todo la última subida, empiezas subiendo rocas hasta que encuentras las escaleras que te llevan arriba, duras, muy duras, escalones desiguales, algunos muy altos, y sobre todo "matadores" después de todo lo que ya llevas caminado hasta llegar allí.
Pero de este año no podía pasar, así que, empezamos por celebrar un cumpleaños y después, mochila a la espalda con lo justo, allá nos fuimos.
Salida 7'30 de la tarde, ruta trazada, Rubí-Ullastrell-Olesa-Monistrol-Monasterio, la marcha fue a un paso bastante rápido, llegamos antes de lo previsto (si no estoy equivocada como una hora y media larga).
La primera parada en Ullastrell donde cenamos y tomamos café caliente, (la noche era fresquita). Cruzamos una urbanización llena de cuestas (a quien se le ocurre poner casas ahí arriba), fue más llevadero subirlas al saber que habíamos ganado la liga, jejeje, y llegamos hasta Olesa donde nos detuvimos para recuperar el aliento como unos 20 minutos.
Desde allí el último tirón hasta el aéreo (teleférico), donde nos esperaba un caldito caliente y tres cuartos de hora de descanso para enfilar la última y durisima subida a la montaña, de paso aprovechando para masajearse los pies, picotear algún dulce y empezar a notar el cansancio que se va acumulando con las horas.
El principio de la subida es por la misma roca, subiendo piedra a piedra la montaña, con la luz que nos dan los frontales nos vamos acercando al tramo de escaleras, es tan duro como me habían contado, pero ya no por la subida en si, si no por el cansancio que ya vienes arrastrando.
Se hace de día un poco antes de que pueda llegar al fin del camino, pero vale la pena verlo desde la subida, escalón a escalón va saliendo el sol y cuando miras abajo, distingues el valle por el que cruzaste un rato antes, un par de montañas bajas que has atravesado hasta llegar allí y parece increible.
El cansancio es brutal, además estoy dolorida, tengo una ampolla en un pie, la cadera derecha me duele bastante, he echado mano del ventolín un par de veces, pero vale la pena, el último tramo de escaleras los subo corriendo, para llegar a la plaza del Monasterio y terminar como todo el mundo, tirada por el suelo, nos espera un chocolate caliente y la satisfacción de haber llegado arriba.
Ha sido duro, bastante, sobre todo por no haber ido con la preparación adecuada para ello, pero si las circunstancias lo permiten no va a ser la primera vez, posiblemente el año que viene vuelta a pasar este "via crucis" con tal de disfrutar lo que se siente cuando por fín llegas arriba.
Os dejo unas imágenes para que podáis haceros una idea de lo bonito que es, aunque os aseguro que es imposible imaginar la satisfacción de haber estado allí.






5 lo ven a su manera:

Anónimo dijo...

Enhorabuena por llegar. Espero que la experiencia haya sido de tu agrado.
Saludos cordiales.
mig29

Adelina dijo...

Queda la satisfacción de una prueba conseguida con esfuerzo.

Un beso.

Dejame que te cuente dijo...

esas son tus niñas mont?....
no las reconozco de mayores que estan....
(si es que so ellas claro)...
me alegra que disfrutaras..
yo estoy mudando dos uñas del pie de una caminata parecida...pero al mia menos bonita...por la via verde....peor sin un destino tan maravillosos...
aunke el destino era mi casa...y cuando la vi crei que era el cielo...jejejejjejeje


un beso princesa.....

montse dijo...

Miggggggggggggggg, guapooooooooo, me encantooooooooooo, bueno ya lo sabes, que te lo conté el otro día cuando nos vimos, jejejeje, pero me repito como el ajo, fue genial y el año que viene repito, eso si, con más preparación, y el último tramo corriendo me lo hago, jejeje, besosssssssssssssssssssss.

Sak, preciosa, si queda la satisfacción, si, muchísima, no sabes cuanta, llevaba años queriendo hacer esa caminata y te aseguro que vale la pena.
Besotessssssssssss.

Fireeeeeeeeee, mi rubia preciosa, ¿que tal andamos cuñada?, y si pero no, jejeje, la grande si que es mi niña, la chiquitaja es muy pequeña aún para meterle esa paliza, la que está dormida sentada apoyada en una columna con el foulard puesto como diadema es Lidia, ¿como ha crecido, no??, está ya tan alta como yo, pero más preciosisiiiiiiiiima, jajajaja (amor de madre, mmmm, que narices, es preciosa cuando está despierta, jajajajaa).
Muacsssssssssssssssssssssssssssssss.

Anónimo dijo...

Hostias, menudo tute.
Me alegra ver que sigues hiperactiva, ja, ja, ja…
Siento no pasarme más, pero es más de lo que puedo :(

Un besazo enorme, guapa ;)