domingo, 20 de julio de 2008

Homeopatía.

Es un método terapéutico que se basa en administrar pequeñas dosis de sustancias medicamentosas para activar las propias defensas de nuestro organismo y llegar suavemente a la mejoría o curación de las enfermedades.
Aunque ésta técnica ya se usaba desde tiempos de Hipócrates, fue Samuel Hahnemann, quien, a finales del siglo XVIII, puso a punto la preparación y manera de administrar estos medicamentos.
En el estado español, al igual que en el resto de países de la Unión Europea, los productos homeopáticos son medicamentos regulados por el Ministerio de Sanidad y Consumo, esto quiere decir que los medicamentos homeopáticos, como cualquier otro medicamento, son prescritos por médicos y dispensados por farmacéuticos. La medicación homeopática y la tradicional son compatibles y no interaccionan entre sí.
Proceden tanto del reino vegetal, como del animal y del mineral. En su proceso de fabricación se siguen estrictamente las reglas que dicta la farmacopea. Su forma de presentación más habitual del medicamento homeopático son los gránulos y los glóbulos, pequeñas esferas de que contienen la sustancia medicamentosa y se dejan deshacer en la boca sin tragarlos ni masticarlos; esta forma de presentación es muy eficaz por su absorción sublingual. También hay comprimidos, supositorios, pomadas, gotas, etc... y las normas básicas para tomarlos son estas:
a) Dejar disolver los gránulos bajo la lengua.
b) Tomarlos en ayunas o espaciados de las comidas al menos 10 min.
c) Procurar evitar el tabaco, café e infusiones.
d) Espaciar las tomas a medida que mejoran los síntomas.
A una mayor dilución, es decir a más pequeña dosis, más profundo es el efecto sobre el ser humano.
Uno de los argumentos utilizados con frecuencia por los defensores de la homeopatía es que la medicina científica utiliza una técnica conceptualmente similar a la homeopatía: la vacunación. En efecto, en una vacunación se inocula a un paciente un germen debilitado, buscando la reacción natural del organismo.
Aunque la mayoría de los clínicos rechazan categóricamente los principios homeopáticos, lo cierto es que casi doscientos años después de su planteamiento, existe una medicina homeopática y, la mayor parte de las Administraciones Sanitarias de los países occidentales aceptan tales remedios, existiendo un registro homeopático y estando sujetas las medicinas homeopáticas a una reglamentación casi tan estricta como las medicinas tradicionales.
De todas formas, como siempre, esto no quiere decir, que debamos sustituir un tratamiento homeopático por el que nos haya recetado nuestro médico, simplemente a veces puede ser interesante combinar los dos tratamientos, ya que muchas veces dan buenos resultados.

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