Masaje tántrico.
Hoy daremos un leve paseo por el masaje tántrico.
En sánscrito quiere decir “secreto” y originalmente es un conjunto de rituales y textos religiosos esotéricos budistas e hindúes en los que el dios Shiva explica la filosofía del ritual tántrico.
Para no centrarnos simplemente en su forma sexual, (cosa complicada con nuestra mente occidental), podemos decir que “es una experiencia sensitiva que explora el camino del bienestar y el intenso placer masajeando meticulosamente el cuerpo de la cabeza a los pies”. Utilizando aceites calientes, las manos del masajista se pasean por nuestra espalda, caderas, glúteos, piernas, vientre, pecho y se detienen específicamente en las zonas erógenas. No es un acto sexual propiamente dicho, aunque también existe el sexo tántrico, en este caso el masaje es una exploración y una búsqueda del placer sin tabúes, ya que por nuestra cultura, educación y demás restricciones morales que nosotros mismos nos imponemos, dejamos sin explorar el 95% de los placeres corporales que nos regala el tantra.
No cuenta con normas establecidas, simplemente debemos mantener la respiración profunda, lenta, estar absolutamente relajados y podemos descubrir nuestra gran capacidad de recibir placer, puede que incluso más de la que creemos, aunque en la filosofía hinduista se pretende lograr el equilibrio espiritual, basándose en una relajación física y emocional que nos proporciona bienestar usando grandes movimientos de unión entre todas las partes del cuerpo y el tacto sobre los 7 chakras (puntos de energía) con roces suaves y lentos.
Es una combinación de sensibilidad, sensualidad y erotismo que nos ayuda a descubrir las plenitudes de gozo que nos proporciona el tacto a base de roces, presiones, caricias y cualquier tipo de estimulación manual, que procura que mediante estas caricias en las zonas eróticas intenta lograr el equilibrio espiritual, tocando ligeramente y de forma regular, pero sin la masturbación propiamente dicha.
Al Tantra lo llaman el culto del éxtasis porque cuando se practica el sexo tántrico se está haciendo el amor con la propia existencia en las que las personas somos la puerta de acceso a “todo”, a través de la prolongación del tiempo y del relax, se puede conseguir una unión física y espiritual en la que los orgasmos pueden sentirse en todo el cuerpo.
Se basa fundamentalmente en enseñar a nuestro cuerpo a “Expandir, Retener y Controlar” y persigue obtener el máximo placer pero no llegar al orgasmo.
Porque para el tantra, orgasmo y placer, no significan lo mismo. Lo distinguen basándose en que el orgasmo es un simple momento de éxtasis y el placer es algo más importante y duradero ya que al alcanzar el climax se termina el placer.
Dentro del masaje tántrico debemos diferenciar entre el masaje del Lingam y el masaje del Yoni. El Lingam se refiere al órgano sexual masculino tratándolo de una manera muy respetuosa, ya que significa Báculo de Luz que canaliza la energía y el placer. Yoni es la palabra sánscrita utilizada para referirse al femenino, de ahí que se usará un tipo de masaje u otro, pero las bases son las mismas en los dos casos.
En sánscrito quiere decir “secreto” y originalmente es un conjunto de rituales y textos religiosos esotéricos budistas e hindúes en los que el dios Shiva explica la filosofía del ritual tántrico.
Para no centrarnos simplemente en su forma sexual, (cosa complicada con nuestra mente occidental), podemos decir que “es una experiencia sensitiva que explora el camino del bienestar y el intenso placer masajeando meticulosamente el cuerpo de la cabeza a los pies”. Utilizando aceites calientes, las manos del masajista se pasean por nuestra espalda, caderas, glúteos, piernas, vientre, pecho y se detienen específicamente en las zonas erógenas. No es un acto sexual propiamente dicho, aunque también existe el sexo tántrico, en este caso el masaje es una exploración y una búsqueda del placer sin tabúes, ya que por nuestra cultura, educación y demás restricciones morales que nosotros mismos nos imponemos, dejamos sin explorar el 95% de los placeres corporales que nos regala el tantra.
No cuenta con normas establecidas, simplemente debemos mantener la respiración profunda, lenta, estar absolutamente relajados y podemos descubrir nuestra gran capacidad de recibir placer, puede que incluso más de la que creemos, aunque en la filosofía hinduista se pretende lograr el equilibrio espiritual, basándose en una relajación física y emocional que nos proporciona bienestar usando grandes movimientos de unión entre todas las partes del cuerpo y el tacto sobre los 7 chakras (puntos de energía) con roces suaves y lentos.
Es una combinación de sensibilidad, sensualidad y erotismo que nos ayuda a descubrir las plenitudes de gozo que nos proporciona el tacto a base de roces, presiones, caricias y cualquier tipo de estimulación manual, que procura que mediante estas caricias en las zonas eróticas intenta lograr el equilibrio espiritual, tocando ligeramente y de forma regular, pero sin la masturbación propiamente dicha.
Al Tantra lo llaman el culto del éxtasis porque cuando se practica el sexo tántrico se está haciendo el amor con la propia existencia en las que las personas somos la puerta de acceso a “todo”, a través de la prolongación del tiempo y del relax, se puede conseguir una unión física y espiritual en la que los orgasmos pueden sentirse en todo el cuerpo.
Se basa fundamentalmente en enseñar a nuestro cuerpo a “Expandir, Retener y Controlar” y persigue obtener el máximo placer pero no llegar al orgasmo.
Porque para el tantra, orgasmo y placer, no significan lo mismo. Lo distinguen basándose en que el orgasmo es un simple momento de éxtasis y el placer es algo más importante y duradero ya que al alcanzar el climax se termina el placer.
Dentro del masaje tántrico debemos diferenciar entre el masaje del Lingam y el masaje del Yoni. El Lingam se refiere al órgano sexual masculino tratándolo de una manera muy respetuosa, ya que significa Báculo de Luz que canaliza la energía y el placer. Yoni es la palabra sánscrita utilizada para referirse al femenino, de ahí que se usará un tipo de masaje u otro, pero las bases son las mismas en los dos casos.
2 lo ven a su manera:
Cualquier tipo de masaje te deja super-relajada y con el cuerpo como nuevo, si encima es uno de estos tántricos debe de ser miel sobre hojuelas, habrá que aprender y poner manos al cuerpo de la pareja y la pareja al nuestro.
Petons guapa
A ver si dentro de unos cuantos meses alguien se apiada de mí y me hace recuperar sensaciones perdidas. Tal que asín ;) sería estupendo!!!!
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