lunes, 23 de junio de 2008

El solsticio de verano es el gran momento del curso solar, el 21 de Junio es el día más largo del año, ya a nuestros antepasados su instinto les decía que el fuego lo destruye todo, lo malo y lo dañino, las hogueras y los conjuros eran y son la esencia de la noche.

La noche de San Juan es una fecha en la que numerosas leyendas fantásticas dicen que es un período en el que se abren de par en par las invisibles puertas del “otro lado del espejo”. Es noche de brujas, de encantamientos, sortilegios y demás ritos paganos. Día ideal para recolectar plantas medicinales en el campo, el rocío lo curará todo y además convertirá en hermoso y joven a quien se embadurne todo el cuerpo; los helechos florecen al dar las doce campanadas...
Es la carga de un aliento sobrenatural que impregna cada lugar mágico del planeta y es el momento propicio para estremecernos e ilusionarnos. Donde la gente tira a la hoguera, objetos con el ánimo de que desaparezcan los males influjos de su vida.
Alban Heruin
, como llamaban los antiguos celtas a esta celebración, el festival del fuego, rey de los festivales, la verbena, porque las jóvenes casaderas, antiguamente iban a recoger verbena esa noche con la esperanza de que su amado les correspondiese, arrojemos guirnaldas de flores a las llamas para que nuestro amante las recoja antes de quemarse, bañémonos en el mar como signo de purificación y suerte hasta el San Juan venidero, recarguemos nuestra energía, encendamos en un altar las velas con los colores del arco iris, saltemos la hoguera tres veces.
Pero tener cuidado y no despertar las iras de los elementos, los conocidos Caballucos del Diablo no descansan nunca y están al acecho. Las leyendas otorgan a estos personajes la facultad de aguar la fiesta a los danzantes y a quienes se reúnen alrededor del fuego. Son tres caballos alados que de manera rauda, veloz e imprevisible se deslizan por los cielos bramando terriblemente y aterrorizando a todo el que se encuentran. La Anjana, el hada buena de la Montaña que nos protege de todo mal, no puede hacer nada frente a ellos. Sólo existe una solución para evitar que caigan sobre alguien y le otorguen mal para todo el año: un trébol de cuatro hojas. Si consigues el preciado amuleto podrás salir a disfrutar de la fiesta sin ningún temor, por ello los mozos buscan con esmero la verbena o yerbuca de San Juan.
Así que ya sabéis, buscad lo que queréis que os abandone y lanzadlo a la hoguera, realizad vuestro conjuro a la media noche, saltad tres veces cuando esté próxima a apagarse, daros un baño de mar, todo es válido esta noche, todas las fuerzas estarán con vosotros, los hados están con vosotros, soñad, sobre todo soñad.
Yo puede que me invoque a mí misma, que soy mi mejor conjuro, que me prenda y me queme en mi fuego, que me dé un baño de sensaciones, que pese a ser una descreída, pagana o no, me encanta esa noche porque para bien o para mal, yo también he vivido su magia.

Entre llamas… Mont.


2 lo ven a su manera:

Gambutrol dijo...

Sí... y también es la noche de las colas en coche, de los controles de alcoholemia, de borrachos por todos lados, de no encontrar sitio para aparacar, de estar la playa a rebosar de gente... como en año nuevo casi.

No todo iba a ser bonito, ¿no?.. :P

isla_errante dijo...

la verdad que las 7 olas no pero una pequeña hoguera quemando las cosas que quiero quitar de mi vida si que la hubiera echo pero no tengo yo la cadera para saltar el fuego no un beso un post muy bonito .