Pechonalidad

Cuando posteé la exposición fotográfica sobre traseros, (léase culos, pero parece que queda feo escribirlo así), prometí a alguien subir otro post sobre otra parte de la anatomía femenina, en concreto de la superior, llámese, pechos, delantera, tetas, domingas, y un sinfín de apelativos relacionados con su forma o tamaño. Y yo no sé porque me meto en estos líos, a ver qué os cuento yo ahora, si las chicas estáis aburridas ya de ver los vuestros y los chicos ya domináis el tema, (porque digo yo que a estas alturas, ya lo domináis, ¿no?
Pues he encontrado por la red muchísimas cosas, por ejemplo, que hay un estudio que dice que una mirada a los pechos de las mujeres es tan saludable como media hora en el gimnasio y reduce la presión sanguínea, lo que supone menor cantidad de enfermedades cardíacas y pulsos más lentos. Así el realizar esta actividad por pocos minutos al día, reduce el riego de ataques y paros cardíacos a la mitad. Concluyen que mirando detenidamente pechos femeninos regularmente, el hombre promedio puede extender su vida de cuatro a cinco años.
O sea chicas, no seamos mal pensadas, si vais por la calle o estáis hablando con un hombre y está mirando vuestra “pechonalidad” durante la conversación, no es por otra cosa que por motivos de salud, al final va a resultar que nos van a recetar contra las enfermedades coronarias, ya ves tú, que yo no tengo muy claro lo de reducir la presión sanguínea, siempre hubiese jurado que la aumentaba, los pulsos se aceleraban, y daba como “subidón”, pues no, si los entendidos dicen que no es así deben saberlo mejor que yo.
Dando vueltas buscando información, incluso he encontrado una tabla de cálculos donde las chicas podemos saber si nuestros pechos son perfectos o en caso contrario, si hay alguna desproporción (de eso nada, que estamos todas fantásticas y divinas de la muerte, a ver qué machote se arriesga a decir lo contrario).

Y como Kamelas me recuerda la canción de “Salud”, aquí la tienes campeón, yo pongo el video, a ti te toca poner el Kalimocho.