Crimenes de honor

Viendo el telediario, no he podido sentir indignación ante lo que llaman un "crimen de honor", es decir, un lapidación.

El asesinato de Duha Asuwad Dakhil, una muchacha de confesión yazidi, de 17 años de edad, que ha sido lapidada por su clan por haberse casado con un musulmán y haberse convertido al Islam, renunciando a su religión, mientras muchos de los presentes con una mano le lanzaban piedras y con la otra lo grababan con su teléfono móvil para tener un recuerdo digital del echo.
Todavía hoy en día se lleva a cabo esta práctica, que no es otra cosa bajo mi punto de vista, que un linchamiento masivo, buscando que la víctima sufra con una muerte dolorosa y lenta. En el código penal de estos paises, se detalla incluso como ha de ser esta muerte, indicando el tamaño de las piedras a usar, siempre suelen ser delitos por adulterio que se le aplican por norma general a la mujer, e incluso por ser violada o tener un hijo estando divorciada, al hombre, en estos casos se le aplican latigazos.

Parece que a nadie ya le importan esas olvidadas mujeres y su calvario, nosotros, el mundo entero se olvidó de su sensibilidad y sufrimiento y aquellos hipócritas que en una humanidad de piedra dijeron sentir por las discriminadas y esclavizadas mujeres de Afghanistán, seguirán condenando y permitiendo que se condenen mujeres y toda esa sensiblería barata de quienes fingen solidaridad, nada harán para parar este horror que nos sigue acompañando en el siglo XXI.

Actualmente en Irán hay 7 mujeres y 1 hombre amenazados de ejecución mediante lapidación, en Amnistia Internacional, se siguen recogiendo firmas para acabar con estas atrocidades, mientras tanto, nosotros, seguiremos tranquilamente con nuestras vidas, sin pensar demasiado en todas estas atrocidades que se cometen todavía hoy en día, lapidaciones, ablaciones, y demás abusos y torturas que nuestro mundo occidental, el "civilizado", a veces parece olvidar.

Fotografias: shirin neshat